Cerdanyola del Vallès
Ubicada en el Vallès Occidental, muy cerca de Barcelona, Cerdanyola del Vallès es una localidad privilegiada, ofreciendo a sus habitantes y visitantes un buen número de opciones a nivel comercial y turístico.
Con una importante vida estudiantil gracias a que la sede de la Universidad Autónoma de Barcelona, conocida como Bellaterra, se ubica en sus límites, Cerdanyola del Vallès ha presentado una importante expansión económica en las últimas décadas, lo que ha fomentado el crecimiento comercial y habitacional convirtiendo a esta comarca en una excelente lugar para invertir, visitar o vivir.
Con la Serra de Collserola como uno de los principales atractivos naturales, Cerdanyola del Vallès difícilmente pasa inadvertida. Este espacio natural es el punto ideal para practicar senderismo, pasar un día diferente lejos del bullicio de la ciudad, o acercarse al pasado rural de esta localidad visitando sus restos arqueológicos y poblados ibéricos, que se convierten en una especial atracción para todo el que decide aproximarse a esta sierra.
El poblado íbero Can Olivé es sin duda uno de los más destacados, y es que entre los restos arqueológicos se puede ser testigo del modo de vida de un asentamiento que ocupó la zona desde el siglo VI A.C hasta el siglo 50 A.C, y posteriormente retornó nuevamente al lugar durante la edad media. Visitar las ruinas de Can Olivé es la manera perfecta de recorrer la Sierra de Collserola al tiempo que nos acercamos al pasado ibérico de esta región.
Las ermitas son también parte del paisaje de Cerdanyola y Collserola, simples pero hermosas construcciones de piedra que aún hoy funcionan de forma activa, recibiendo a todos aquellos visitantes que deseen disfrutar de lo que durante muchos años fue la forma de vida de los antiguos habitantes de esta zona. La Ermita de Sant Medir y la de Sant Adjutori son dos de las opciones más destacadas.
Y el pasado agrícola de Cerdanyola del Vallès destaca a la par de las modernas construcciones, con diversas masías que hoy se erigen en el paisaje para recordar el tipo de vida de antaño en este lugar. Muchas de ellas se encuentran abiertas al público, siendo puntos de referencia gastronómicos para disfrutar de buenos platos catalanes y de los típicos calçots en un ambiente propio para ello.
Y para quienes aprecian las construcciones espléndidas, el punto de encuentro está en El Castillo San Marcial, un lugar especial para la zona pues actualmente está declarado como patrimonio de interés nacional, un estatus que de inmediato queda en evidencia al ver su maravillosa estructura y fachada.
Recorrer Cerdanyola es una oportunidad constante para viajar al pasado, con sus muchas construcciones de arquitectura gótica, mora o rústica que recuerdan la importancia de esta zona en Catalunya, no solo para los antepasados de sus habitantes sino también para quienes hoy en día han tomado esta localidad como el espacio ideal para invertir o crecer a nivel económico y personal.